APENDICE I
ERRORES QUE MAS FRECUENTEMENTE COMETEN LOS TESISTAS
Quien haya leído ya el presente libro podrá recordar la cantidad de ejemplos, advertencias y recomendaciones que hemos hecho en cuanto a los defectos que más corrientemente se encuentran en las tesis y otros trabajos de investigación. Como complemento a ello, y para guía del lector, damos a continuación una lista brevemente comentada de algunos errores que comúnmente aparecen en los textos que solemos revisar. Ella no pretende representar por igual los particulares casos que se presentan en cada disciplina, ni tampoco es un completo repertorio de las posibilidades al respecto. Debe leerse simplemente como una ayuda o un recordatorio especialmente dirigido a las personas que se hallan revisando sus proyectos o sus borradores. Para facilitar su tarea remitimos, en cada caso, a las secciones de este libro donde se tratan in extenso los temas correspondientes.
1. El tema del trabajo es demasiado amplio, impreciso o escasamente definido. Ello supone inconvenientes verdaderamente graves para llevar a cabo la investigación, que pueden ser evitados si se afina a tiempo el anteproyecto del trabajo (v. 6.2 y 6.3).
2. El marco teórico es una disertación aislada, cerrada sobre sí misma, que poco tiene que ver con los datos que luego se exponen, aunque se corresponda bastante bien con las conclusiones. La falla es esencialmente metodológica, por lo que no podemos exponer su solución aquí, pero es necesario en todo caso revisar bien el trabajo ya realizado (v. 10.2).
3. El autor confunde generalmente sus opiniones y posiciones ideológicas con los conocimientos verificables que hay sobre un tema. El problema, en el fondo, es de tipo epistemológico, pero puede superarse si se revisa adecuadamente el lenguaje empleado (v. 10.3.1 y también el capítulo 2).
4. Las diversas partes del trabajo resultan inarmónicas entre sí, ya sea porque unas son mucho más largas o explícitas que otras, o porque no se enlazan bien. Es conveniente en este caso revisar bien el esquema expositivo (v. 8.3) y el material disponible para mejorarlo (v. 8.2), así como tener una idea precisa de la estructura de un trabajo científico (v. 3.1 y 3.3).
5. La introducción y/o el título general del trabajo no se corresponde bien con el contenido del mismo. Ha faltado una adecuada revisión de tan importantes detalles y es probable que se haya seguido un inadecuado orden al redactar (v. 10.4, 9.1 y, como idea general, 10.1 y 3.2).
6. El análisis de los cuadros estadísticos representa una simple repetición, en palabras, de lo que ya está expresado en las cifras. Falta una verdadera apreciación teórica de los datos, por lo que recomendamos al lector profundizar en el estudio de su disciplina y efectuar el análisis más metódicamente (v. 8.1 y 8.2).
7. El tono del discurso es pomposo, encontrándose innumerables pasajes efectistas o confusos, con un exceso de vana palabrería. Conviene reconsiderar nuestra actitud hacia lo que es la redacción científica y tomar más seriamente la tarea de revisión (v. 10.3.1 y 10.3.2, así como el capítulo 1).
8. La terminología es imprecisa, utilizándose la misma palabra a veces en sentidos diferentes u opuestos. Es también un problema de revisión aunque indica, sin duda, un pobre conocimiento del tema en estudio (v. 10.3.4 y también, como complemento, 7.3 y 6.2).
9. Las citas no poseen referencias completas o no están adecuadamente encerradas entre comillas. Hay que revisar más estrictamente lo que se hace al respecto, no desdeñándolo como mera cuestión de forma (v. 10.4 y 4.1). Si los errores aparecen en la bibliografía del texto consúltense las secciones 3.4.3 y 10.4.
10. El texto presenta errores sintácticos y ortográficos, en excesiva cantidad como para suponer que obedecen sólo a un deficiente mecanografiado. Esto proviene de una inexcusable falta de cuidado en la redacción que así deja intactas los faltas que comete quien no maneja adecuadamente su idioma (v. al respecto 10.3.5, 10.3.3 y también, para otros problemas similares, 4.2 y 10.4).